SEMANA DEL 25 HASTA EL 29 DE SEPTIEMBRE 2023
EDUCACIÓN CRISTIANA
Mondays, September 25th, 2023
EL CONCILIO DE HERODES Y PILATOS
Hijo del hombre
TECNOLOGÍA - INFORMÁTICA
LA CARPETA DE ARCHIVO
Una carpeta es un utensilio que sirve para guardar o clasificar documentos. En la organización personal y, muy especialmente, en el ámbito laboral, una carpeta tiene una función organizativa.
PROPIEDADES ESPECÍFICAS DE LA MATERIA
Son las características que permiten diferenciar un tipo de materia de otro. Algunas de las propiedades son:
💥DensidadEj:💥TransparenciaEj:
💥FragilidadEj:
💥ImpermeabilidadEj:
ESTADÍSTICAS
Thursday, september 27th, 2023
LA LEYENDA DEL DORADO
Las mujeres habían preparado
con anticipación abundante comida a base de doradas mazorcas y del vino
extraído del fermento del maíz con el que festejaban todos los acontecimientos
principales de su vida. Todo sería transportado en vasijas de diferentes formas
y tamaños, elaboradas con paciencia y esmero por los alfareros de Ráquira,
Tinjacá, y Tocancipá y también en cestos de palma tejida
Por fin, llegó el gran día. El
joven heredero acompañado de su séquito, compuesto por sacerdotes, guerreros y
nobleza, encabezaba la procesión. Sereno y majestuoso, su cuerpo de armoniosas
proporciones se mostraba fuerte para la guerra; su piel color canela tenía una
cierta palidez, resultado del riguroso ayuno que había realizado para purificar
su cuerpo y su alma y así implorar a los dioses justicia, bondad y sabiduría
para gobernar a su pueblo
Marchaban al son acompasado de
los tambores, de los fotutos y de los caracoles. Lentamente, se iban alejando
de los cerros y del cercado de los Zipas, para aproximarse a la espléndida
laguna de Guatavita. Allí, con alegres cantos, la muchedumbre se congregó para
presenciar el magnífico espectáculo.
El sacerdote del lugar,
ataviado con sobrio ropaje y multicolores plumas, impuso silencio a la
población con un enérgico movimiento de sus brazos extendidos. De piel cobriza
y carnes magras por los prolongados ayunos, el sacerdote era temido y
reverenciado por el pueblo; era el mediador entre los hombres y sus dioses,
quien realizaba las ofrendas y rogativas y quien curaba los males del cuerpo
con sus rezos y la ayuda de plantas mágicas.
El futuro Zipa fue despojado
de las ropas y su cuerpo untado con trementina, sustancia pegajosa, para que se
fijara el oro en polvo con que lo recubrían constantemente.
No se escuchaba un solo
sonido; era tal la solemnidad del momento, que sólo se oía el croar de las
ranas, animales sagrados para ellos, los gorjeos de los pájaros y el veloz
correr de los venados.
La balsa se deslizó suavemente
hacia el centro de la laguna. Fue allí cuando, después de invocar a la diosa de
las aguas y a los dioses protectores, el heredero se zambulló en las
profundidades; pasaron unos segundos en los que solamente se veían los círculos
del agua donde se había hundido; todo el pueblo contuvo la respiración, el
tiempo pareció detenerse; por fin, emergió triunfal y solemne el nuevo monarca;
el baño ritual lo consagraba como cacique.
Gritos de júbilo y cantos
acompañaron su aparición y uno a uno, los súbditos arrojaron sus ofrendas a la
laguna: figuras de oro, pulseras, coronas, collares, alfileres, pectorales,
vasijas huecas con formas humanas, llenas de esmeraldas; cántaros y jarras de
barro. El cacique, a su vez, junto con su séquito, realizó abundantes
ofrecimientos de los mismos materiales, pero en mayor cantidad.
La balsa retornó a la orilla
en medio del clamor general. Tenían ahora un nuevo cacique, quien debería
gobernar según las sabias normas del legendario antecesor y legislador
Nemequene, basadas en el amor y la destreza en el trabajo y las artesanías, en
el valor y el honor durante la guerra; en la honradez, la justicia y la
disciplina.
Se iniciaron competencias de
juegos y carreras; el ganador era premiado con hermosas mantas. Se cantó y se
bailó durante tres días seguidos, que eran los consagrados a la celebración.
Los sones de los tambores y pitos retumbaban en las montañas y centenares de
indígenas seguían el ritmo en danzas tranquilas y acompasadas, o frenéticas y
alocadas.
Pasados los días de los
festejos, de la bebida y de la comida abundante, retornó el pueblo a sus
actividades cotidianas: los agricultores a continuar vigilando y cuidando sus
labranzas; los artesanos del oro, a las labores de orfebrería; los alfareros, a
la confección de ollas y vasijas, después de buscar el barro adecuado en vetas
especiales; otros a la explotación de las minas de sal y de esmeraldas; y la
mayoría al comercio, pues era ésta su actividad principal. Las mujeres al
cuidado de los hijos, a recoger la cosecha, a cocinar, a hilar y a tejer.
Así, en este orden y placidez
transcurrirían los días, hasta que una guerra, una enfermedad o la vejez, los
privara de su monarca y fuera necesario realizar de nuevo la ceremonia del
Dorado para ungir un nuevo cacique. Este debería continuar gobernando con
prudencia y sabiduría al pueblo y su fértil y verde país, rodeado de hermosa
vegetación y de cristalinas corrientes de agua.
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